El antiguo convento de Santo Domingo en La Guardia es, junto a su castillo, el bien más preciado del municipio que se levanta en lo que fue la Mentesa Bastia romana. Pero a la obra, en la que Andrés de Vandelvira dejó su sello en molduras, en arcos, en bóvedas y en columnas, por encargo de los Messía Fonseca en el siglo XVI, no le basta con que los vecinos la miren con buenos ojos, necesita más. Los hechos hablan. El conjunto necesita mantenimiento y obras de calado para consolidarlo y recuperar su brillo original. El último daño sufrido es el derrumbe del suelo que hay sobre la cripta, justo a los pies del altar mayor, por una fuga de agua.
La solución inmediata está clara, como explica el párroco, Manuel Alfonso Pérez Galán. Con el visto bueno de la Delegación de Cultura, necesario por tratarse de un Bien de Interés Cultural, se repondrá la solería y se reforzará la bóveda que la sustenta. Una inversión de 24.000 euros, en los que el Ayuntamiento pone una cuarta parte, para ayudar al Obispado, que aporta lo mismo, y la mitad, es decir, 12.000 euros, los abonará Aqualia, que tiene la concesión del suministro de agua en La Guardia, en concepto de responsabilidad civil, por deberse el accidente a una fuga en la red. La obra comenzará después de las fiestas de San Sebastián, para no interferir con la tradicional procesión, que sale del templo.
¿Es suficiente esta intervención? Pues lo cierto es que no, a tenor de lo que piensan los actores de esta historia. El cura cree que lo deseable es acometer unos trabajos que permitan recuperar espacios actualmente cerrados, como la antigua original, o la arcada. Pero, como admite, no hay disponibilidad económica ni el compromiso de todas las partes. Juan Ramón Romero, vicepresidente de la Asociación del Patrimonio Cultural de La Guardia, cree que, con la excusa de que hay que acometer la reparación de los daños más recientes, es el momento adecuado para acometer un proyecto más ambicioso, que permita ver el suelo original, oculto desde mediados del siglo pasado, y permita a los ciudadanos disfrutarlo en toda su dimensión. Así se lo explicaron a la delegada de Cultura de la Junta, Pilar Salazar, que vio los destrozos con sus propios ojos, al acudir ayer a una reunión que tenía concertada con el colectivo guardeño. La representante del Gobierno andaluz dejó claro que la Administración regional había dado el visto bueno a la obra de emergencia impulsada por la Iglesia, pero que vería con buenos ojos que los propietarios impulsaran unos trabajos de más calado, en la línea de lo solicitado con la asociación. Llegado el caso, podrían optar a beneficiarse de ayudas públicas autonómicas, como dijo.
El PSOE de La Guardia, casualmente, presentó ayer una moción en el pleno de la Corporación en este sentido, defendida por el portavoz del grupo, Juan Jesús Torres, una idea que respalda el otro grupo de la oposición, Urbanizaciones Unidas de La Guardia. Sin embargo, no salió adelante, por el rechazo del PP, en el Gobierno local, de acuerdo con el fondo, pero no con la forma en la que los socialistas piden este proyecto. El sentir sobre qué hacer con el monumento responde al dicho de “dame dinero y no consejos”.
