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viernes, 4 de julio de 2014

Diario Jaén:Lagarto de la Magdalena, una celebración de leyenda


Es esa la leyenda con la que todo jaenero ha crecido. La de aquella bestia inmunda, grande como una montaña, fiera como un demonio, fea como maldición y hambrienta como rebaño de leones. Esa que habitaba el Raudal de la Magdalena, el Lagarto la llamaban, y que creció merendándose doncella tras doncella. Hasta que un valiente preso se ofreció voluntario a acabar con su vida. Muy astuto supo arrastrarlo hasta San Ildefonso, donde lo engañó de nuevo para que se comiera la piel de un cordero rellana de pólvora. Y lo que siguió, bien lo conoce el refranero popular: “A ver si revientas como el Lagarto de la Magdalena”.


Fue el 2 de abril de 2009 cuando El Lagarto de la Magdalena, esta leyenda, se colocó entre los diez mayores tesoros del patrimonio cultural inmaterial de España. Y, desde entonces, se celebra su “día oficial”. Cada año, con una programación con más seguidores. Ayer, la cuarta vez, con varios centenares de jiennenses que recorrieron las calles entre la Plaza de Santa María hasta el corazón de La Magdalena para escuchar las leyendas más arraigadas de la ciudad de mano de actores.


“El Lagarto de la Magdalena, como patrimonio cultural inmaterial, se sitúa a la altura de manifestaciones de la talla de las Fallas de Valencia, los Carnavales de Cádiz, la Semana Grande de Bilbao, la Leyenda de los Amantes de Teruel”, explica Rafael Cámara, presidente de Iuventa, uno de los colectivos que organizó la exitosa celebración, junto con la Fundación Secretariado Gitano, Baraka Project y Grama. “El Lagarto sigue despertando mucho interés. Es una jornada para disfrutar de esta parte de la identidad local y celebrarlo es una forma de aumentar la autoestima de los jiennenses, que tenemos cosas muy valiosas aunque no se puedan tocar, como es el Lagarto de La Magdalena”, defendió. Una celebración muy simbólica, añadió, a pocos días del solsticio de verano, en la que “se mata” al lagarto como símbolo del mal.


Era el cuarto año que se celebraba y cada vez despierta más interés. Ayer, de hecho, los organizadores estaban casi desbordados y tildaron la cita como la más multitudinaria de todas. De hecho, mucho había que acercarse al guía, el propio Cámara, para escuchar sus explicaciones solo amplificadas por un sencillo altavoz. Pero no cejaron en el empeño de conocer este recorrido que hizo paradas en la calle Maestra, el Arco de San Lorenzo y la plaza del Pato, ente otros representativos rincones, para acabar, cómo no, en la Plaza del Lagarto. Allí, una hechicera hizo un especial brebaje: Sangre de Lagarto, un vino especiado como los que se hacen en el norte de Europa pero con la peculiaridad de servirlo frío. La mejor forma de celebrar los vecinos de Jaén, todos juntos, su triunfo ante las amenazas colectivas e individuales.