'Google maps' o los nuevos navegadores adaptados para vehículos han convertido en algo anacrónico la consulta de mapas de papel. Con la tecnología, ha quedado atrás la típica imagen de conductores y acompañantes enfrascados en la búsqueda del camino acertado para llegar a destino. Eran escenas que se repetían cada verano en las carreteras de la provincia y que bien podrían tener un origen más lejano a estos tiempos, exactamente en pleno siglo XVIII.
Habría que descender hasta el reinado de Felipe V para conocer el primer mapa detallado de carreteras de la península. Los padres jesuitas Carlos Martínez y Claudio de la Vega, profesores del Colegio Imperial de Madrid, elaboraron entre 1739 y 1743 el primer trabajo cartográfico realmente serio de España, una obra titánica que sorprende por su acierto y su belleza a pesar de los años. Para ello hicieron trabajo de campo, mediciones astronómicas y emplearon las mejores cartas geográficas de la época. El mapa, dedicado al primer monarca de la dinastía Borbón, representa con exactitud detalles geográficos y reconstruye con fidelidad la extensa red de caminos que comunicaban los diferentes reinos -equivalentes a algunas de las provincias actuales- que conformaban la península. Así, Martínez y De la Vega diferencian los caminos con líneas rojas y negras, además de usar un complejo sistema de signos para diferenciar murallas, puentes, pasos de barcas o molinos.
La provincia jienense aparece representada con una fidelidad impresionante. Los padres jesuitas llegan incluso a dividir por zonas la capital y muestra con detalle la red de caminos que comunicaban Jaén con ciudades como Úbeda, Linares, Baeza, Andújar o Alcalá la Real. Sierras, colinas y valles aparecen ante los ojos y capaces de distinguir incluso unas de otras, detalles que dan un mayor realismo a la carta. Como curiosidad, en el mapa no aparecen algunas de los pueblos que nacieron de la repoblación de Sierra Morena que harían monarcas posteriores.
No obstante, hay errores de magnitud en la representación. Las localidades más cercanas a Jaén están desplazadas en algunos casos y las distancias no aparecen con fidelidad, un hecho que puede deberse al escaso trabajo de campo de Martínez y De la Vega.
Actualmente es la Biblioteca Nacional de España la que custodia el mapa. A pesar de todo, el trabajo de los padres jesuitas sigue brillando con luz propia con el paso de los años y ha servido de modelo para representaciones geográficas posteriores.
